EL TIN ABREU

En su casa le dicen Tintín. En la mía, le decimos Tin. El Tin. Se llama José Agustín Abreu Catalá y es hijo de José Vicente Abreu y Beatriz Catalá Montenegro. Es caraqueño de nacimiento y apureño por herencia paterna. Nació un 24 de diciembre de 1959. Tiene tres hermanos: Juan José, Manuel Vicente y Amanda Beatriz. Y es egresado de la Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela con el título de Licenciado en Artes, Mención Música.

-¿Ya afinaste?

-Sí. Ya estoy listo. Para hablar y para tocar.

El Pajarillo con Revoltillo (Rodrigo Riera)

El pajarillo con revoltillo, una recreación del maestro Rodrigo Riera. Édgar, contigo se me hace muy fácil hablar porque antes de que nos conociéramos ya tú eras amigo de mi papá. Y paisano. De Apure los dos. Tú de San Fernando y él de San Juan de Payara. Alguna vez él me dijo que también era amigo de tus abuelos, de tu mamá y de tus tíos. Y óyeme esto que, antes que nada, quiero decir como una verdad absolutamente verdadera. .Para mí tú fuiste indispensable en determinado etapa de mis estudios, de mis inicios como concertista de guitarra clásica y como intérprete de la música popular venezolana con otros instrumentos. Para mí son memorables nuestras reuniones en tu casa para el trabajo de mi tesis de grado en la Central, nuestros viajes para el trabajo de campo que hicimos en Apure y para los conciertos que  nos patrocinaste a través de la Asociación Apureños en Caracas. En esa época se consolidó mi formación académica y yo me enrumbé definitivamente como músico y definí lo que sería mi profesión.  Óiganme este vals:

Vals Venezolano (Raul Borges)

El Vals venezolano del maestro caraqueño Raúl Borges, un insigne guitarrista, compositor y pedagogo muy reconocido por haber sido profesor de Alirio Díaz, Antonio Lauro, Rodrigo Riera y otros guitarristas venezolanos. Y, ahora, este otro vals.

-Ah!, Un cierto curita

-Sí. Un cierto curita. Un vals para piano recopilado por el maestro Vicente Emilio Sojo. Fue compuesto en el siglo XIX por Manuel María Betancourt y este arreglo para guitarra es de Julio Sánchez.

– Es muy hermoso y muy buena tu interpretación. Tin, todo en la vida tiene un comienzo. ¿Cómo fue el tuyo en el mundo de la música?

-Mis primeros contactos con la música fueron a través de las clases de cuatro que recibí de mi papá quien, además de ser un recio activista político contra la dictadura de Pérez Jiménez, a la que combatió hasta que fue encarcelado y torturado en Guasina y luego trasladado a Sacupana durante un largo tiempo, fue también un humanista amante de la música y un reconocido escritor en cuya obra hay dos títulos memorables: Se llamaba SN y Palabreus. Antes de esas primeras lecciones por parte de mi papá, a él siempre lo oí hablar del maestro Carmelo Aracas, apureño también, de Cunaviche. Gran amigo de ustedes dos y de varias generaciones de apureños que nunca dejaron de impresionarse con su maestría ejecutando el saxofón, el clarinete, el bandolín, las maracas, el cuatro y, sobre todo la guitarra. Además, cantaba. El maestro Aracas fue un músico modelo para mi papá, siempre me hablaba de él y, como quien no quiere la cosa, dejaba caer la idea de lo genial que sería estudiar guitarra. Y, de inmediato, me contaba que en una oportunidad Carmelo se presentó en un curso con el maestro Alirio Diaz y seleccionó como pieza de estudio Capricho árabe del maestro español Francisco Tárrega, el padre de la guitarra solista. Contaba Carmelo a mi papá, y después tú y yo oímos ese cuento varias veces narrado por el propio Carmelo, que el maestro Alirio Díaz, al oírlo, le preguntó de dónde venía y Carmelo le respondió: –De Cunaviche, más allá del Paso Arauca, atravesando las sabanas de La Candelaria. En ese momento, nos decía Carmelo lleno de nostalgia y de permanente admiración y afecto por su maestro, Alirio peló los ojos y me dio un abrazo y me dijo yo también vengo de lejos, de La Candelaria larense. Y así, ese recuerdo permanente de mi papá por estos dos maestros venezolanos me fue entusiasmando por la guitarra y llegó un momento en que me enamoré de ella. Con el tiempo me di cuenta de que además de enamorarla, a la guitarra hay que amarla y acariciarla permanentemente. Ahora, voy a tocar una pieza que se hizo célebre ejecutada por otro gran maestro de nuestra guitarra clásica, Antonio Lauro, quien además de extraordinario intérprete fue un excelso compositor. Pero antes, quiero recordar dos momentos más que, sentimentalmente, son muy importantes para mí. Te dije que un día me di cuenta de que me había enamorado de ella, de la guitarra. Ese día, yo iba con mi papá para Maracay a visitar a mi abuela María de Jesús y en el radio comenzó a sonar una guitarra y mi padre me dijo: -Oye, Tin. Alirio Diaz. Y le contesté: -Papá, creo que es Alirio Díaz y otro guitarrista. No, hijo es que él es un virtuoso y se oye como si fueran dos. Él hace con la guitarra lo que le da la gana.  Ahí, precisamente, fue que se produjo mi enamoramiento. El otro momento fue cuando tú me llevaste a conocer al maestro Aracas, a su casa, en Biruaca. Verdaderamente, me emocioné mucho y luego, mientras los dos tocábamos un Cunavichero, llegó un momento en que sentí que mi papá, que ya se nos había ido definitivamente, se acercó sonriéndose hasta donde estábamos y te dio un abrazo.

-Eso fue en nuestro primer viaje juntos a San Fernando y a otros pueblos apureños con Los Golperos, ese maravilloso grupo musical que nació en la Escuela de Artes de la UCV. Dentro de poco contaremos su historia. Antes, quiero que precisemos lo que hiciste después de esas primeras clases de cuatro que te dio Vicente.

-Bueno, luego de estas primeras lecciones, seguí estudiando cuatro con Ramona Mujica y Salvador Toromoya. Y del cuatro, pasé al arpa llanera con el maestro Salomón Villegas. Sin duda, mi papá anhelaba que yo fuera músico y, concretamente, arpista y guitarrista. Entonces, después del cuatro y el arpa, comencé los estudios de guitarra solista, primero con el profesor Enrique Quevedo y luego con el maestro Manuel Enrique Pérez Díaz en la Escuela Superior de Música José Ángel Lamas. De ahí, pasé a la Escuela de Música Pedro Nolasco Colón en la que me gradué como Profesor Ejecutante con el profesor Alejandro Vásquez de la Torre.

Natalia (Antonio Lauro)

Bueno… Esa, ni ella ni su compositor necesitan presentación. Aunque siempre debe hacerse. La hija y el padre. Natalia y Antonio Lauro.

-Y el Tin.

-Claro. Gracias por recordarme quién fue el intérprete en esta ocasión. Menos mal que tú lo conoces.  Entonces, ¿dónde habíamos quedado? ¿qué más te cuento? Bueno… ingresé a la Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela y en 1990 egresé con el título de Licenciado en Artes Mención Música. Mi Trabajo de grado fue dirigido por la Dra. Isabel Aretz y se titula La incorporación del contrabajo o bajo eléctrico en la música llanera y su influencia en el desarrollo de la técnica del arpa llanera. Con material extraído de esta Tesis, preparé y leí una ponencia en el III Seminario nacional sobre el llano y los llaneros celebrado del 30/05/1991 al 01/06/1991 en Barinas. También fui alumno de Modesta Bor, Ana Mercedes de Rugeles, Isabel de Muñoz, Alba Quintanilla, Tiero Pezutti, José Clemente Laya, Violeta Lares, Francisco Méndez y María Auxiliadora Díaz.

Anita (F.G Vollmer)

Anita de Federico Vollmer. Lo toqué, mis amigos, en homenaje a la mamá de Édgar y de sus hermanos Nora, Chely, Manuel, Teresa y Martha. Por adopción, ella también fue mi abuela.

-Gracias, Tin. Además del grado universitario, ¿qué otros estudios has hecho?

-En relación con temas como Manejo y uso del método de guitarra solista, Producción  y percepción de sonidos y Repertorio barroco en la guitarra, he hecho cursos dictados por los profesores Richard Wright, Abraham Abreu, Luis Zea, Abel Carlevaro y Bartolomé Díaz. Además, he realizado estudios de Armonía sobre el diapasón de la guitarra y Estudio creativo de la guitarra con los maestros Julio Sánchez y Gonzalo Micó, respectivamente.

-Excelente, Tin. Te felicito. A ti y a Beatriz quien también anhelaba que tú alcanzaras ese nivel académico que lograste. Ahora, pasemos de lo clásico a lo folklórico, a la llamada música popular. Tú eres uno de los fundadores de Los Golperos, un grupo, como ya dije, maravilloso con el que fuimos a varios escenarios. Fieles intérpretes del golpe tocuyano, de donde toman el nombre, de la música popular de todas las regiones de Venezuela y, además, de la canción  latinoamericana. ¿Cómo surgió este grupo?

-Nacimos en la Escuela de Artes de la UCV en 1985. Había un evento en el Auditorio de Humanidades organizado por la Cátedra de Promoción Cultural, a cargo de la profesora Gloria Martin. Participaban nueve grupos musicales, en su mayoría de tambor y cuerdas con la novedad de que en algunos de estos grupos incorporaron metales. Por ejemplo, el grupo La Guapeña. Eran dos piezas por grupo. Y llegó el momento de la presentación de Los Golperos de la Escuela de Artes. Así era el nombre del grupo al principio. Tuvimos que tocar cuatro piezas en un Auditorio full y entusiasmado por la música y por la novedad de que éramos el único grupo intérprete de golpes tocuyanos. Después de ese evento y con el respaldo del entonces Director de la Escuela, el Profesor Inocente Palacios, nos constituimos oficialmente.  En ese momento, nos dotaron de uniformes con un diseño propio en la blusa ideado por José María Almeida, un compañero de la Escuela que llegó a ser un diseñador consagrado. Todo cambió a raíz de esa presentación. Teníamos dos años agrupados por las puras ganas y por lo sabroso que es tocar golpes y joropos aguarapados con el grupo ECCO de la Escuela de Artes. Siempre contamos con el apoyo del profesor Palacios y así pudimos dar conciertos por varias regiones a nivel nacional. El arpa también iba con nosotros. Con ella, el grupo se llamaba Los Payeros por San Juan de Payara, el pueblo donde nació mi papá.  Asdrúbal Ascanio, Roberto González y yo, fuimos los fundadores de este conjunto. Los golperos fundadores fuimos Asdrúbal Ascanio, Roberto González, José Muñoz, Efraín Flores, Jesús Ponce y yo. Muñoz murió en un incendio que hubo en el Hotel Concorde en Margarita mientras mataba un tigre en una boda. Posteriormente se incorporaron Omar Simoza, Rodolfo González, Otto Magdaleno y  Nelson Hurtado.

-Tocaban diferentes instrumentos y, como ya dije, interpretaban diferentes géneros musicales. No sé si recuerdas, Tin, una noche en que en la Casa de Bolívar en San Fernando de Apure, en algún momento del concierto ustedes interpretaron el golpe tocuyano dedicado a Montilla, el Tigre de Guaitó que en los versos finales dice Un hombre tan valeroso / y a Montilla lo han matao.

-Claro que lo recuerdo. Y mientras nos aplaudían se reían y yo cogí el micrófono y les pregunté de que se reían, que nos echaran el chiste. Y fue el maestro Carmelo, que estaba en primera fila junto con su esposa Eladia, quien nos dijo: –Es que el Gobernador de Apure es de apellido Montilla.

-Bueno… Gajes del oficio… Tengo todavía varias preguntas. La primera…

-Discúlpame. Antes de seguir con las preguntas y antes de que se me olvidé, yo quiero referirme una vez más a tu amistad con mi papá. A ti te confió la corrección de los originales de su Palabreus y en ti puso mi grado universitario.  Eso, yo te lo agradeceré siempre como te agradezco el trabajo que hiciste sobre ese libro que fue, prácticamente, su homenaje y su adiós a la tierra en donde nació y se crio.

-No nos pongamos sentimentales, Tin. Vamos, eso sí, a mostrar las portadas de esos dos trabajos que has mencionado y luego vayamos a las preguntas pendientes. ¿De acuerdo?

-De acuerdo.

-Tengo dos preguntas. Son dos preguntas elementales. Y no hay jurado ni calificación. De libres respuestas. Una: ¿Qué género o que composición prefieres interpretar? Dos: ¿Cuál o cuáles son tus compositores  o intérpretes favoritos?

-Voy con la primera. Está fácil: Todos los géneros y todas las composiciones son sabrosos para interpretarlos en la guitarra, siempre y cuando tengan una motivación, una justificación en su creación y, en consecuencia, respondan a una estética que soporte cualquier análisis. La segunda está más fácil:  Antonio Lauro (Venezuela), Heitor Villalobos (Brasil) y Manuel Ponce (México). Y como colofón agregaría: El repertorio del Real Book de jazz y Real Book bossanova.

María Luisa (Antonio Lauro)

-Esa también estuvo fácil reconocerla. María Luisa del maestro Antonio Lauro.

-Era el tema de presentación de Lectura de Venezuela, el programa que hiciste durante muchos años junto con Luis Alberto Crespo por la Radio Nacional de Venezuela.

-Así es, Tin. Gracias. Pasemos a un último punto. Sé, por supuesto, que además de concertista te has dedicado a la docencia. Pero nos gustaría saber ¿en cuáles centros la has ejercido y con qué asignaturas has trabajado?

-He ejercido la docencia en diferentes centros educativos y como sospechaba que tú me ibas a hacer esa pregunta, me traje esta hoja de servicios. Vamos a transcribirla:

  • Escuela de música Manuel Alberto López dirigida por la profesora Olga López. Profesor de cuatro funcional y guitarra solista.
  • Escuela de música El Bosque, Yamaha.
  • Escuela de música Pedro Nolasco Colón. Desde el 01/10/1991 al 30/09/2006 como Profesor de guitarra solista y desde el 01/10/2006 al 12/11/2009 como Director Docente.
  • Instituto Universitario de Teatro (IUDET). Profesor en la Cátedra de Música.
  • Instituto Universitario de Música (IUDEM). Profesor en las Cátedras de Arpa Llanera y Ejecución Instrumental-Guitarra Solista.
  • Universidad Nacional Experimental de las Artes (UNEARTE). Actual Institución de trabajo como profesor en las Cátedras de Arpa Llanera, Ensamble I, II, III y IV e Instrumento Principal.

Además de estas actividades cumplidas como profesor de diferentes cátedras en los Institutos anteriormente nombrados,  he sido:

  • Profesor de Talleres de música en los estados Nueva Esparta y Guárico, como miembro fundador del grupo Experiencias con las Comunidades (ECCO) de la Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela. Dicho grupo se dedicaba a impartir en el interior del país talleres de música, teatro, artes plásticas, danza, títeres, cine, promoción cultural y otras disciplinas adscritas al pénsum  de la Escuela de Artes ucevista.
  • Músico y maestro de música de la compañía regional de teatro de Yaracuy y de Tucupita.
  • Jurado del III y IV Concurso de Violín de los Andes (folclórico y popular).
  • Participante en el 6ª encuentro educadores musicales en Mérida (1999)
  • Asesor en arte en la Asamblea Nacional desde el 03/10/1990 hasta el 30/01/2000.

-Gracias, Tin. Gracias, José Vicente. Y una vez más, Tin, qué Dios te bendiga y te proteja siempre. Saludos, con mi mejor afecto, para Beatriz, Amanda, Juan José y Manuel Vicente. Y un recuerdo muy especial para La Negra, nuestra apreciada Ilsa Marina Guillén, a quien tu mamá crio y ella, a su vez, la ayudó a criarlos a ustedes cuatro juntos con su hija Yurima Elena.

-Gracias a ti, gracias a todos. Y, una vez más, Édgar, vámonos llano adentro con este Pajarillo que revolotea entre las cuerdas de mi arpa.

Pajarillo

Un comentario

  1. Zaida Pérez

    Recuerdo con mucho cariño a José Agustín, cuando inscribí a mi hijo Arturo en la Escuela de Musíca Pedro Nolasco Colón, en Caracas. Entonces él era el Director de la Escuela y Arturo, mi hijo, andaba con una guitarra; pero José Agustín le decía, echando bromas, que él tenía porte de contrabajista y Arturo, que entonces era un adolescente, se ponía furioso, porque no sabía qué instrumento era ese. En la actualidad, Arturo es un gran contrabajista, especialista en música antigua, particularmente del período barroco. Hazle llegar a José Agustín un abrazo enorme de mi parte. Esos son los pequeños gestos que hacen historias.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver arriba