Categoría: Diálogos de Leyenda

Un punto previo, por favor…
En una de sus clases de francés, la profesora Jade Larocque nos presentó una leyenda tradicional del pueblo hurón titulada “Pourquoi les érables rougissent à l’automne et que le cerf perd ses bois” (En https://grandquebec.com/legendes-du-quebec/coloration-erables/ ). A cada uno de los integrantes del grupo, nos correspondió leer oralmente un fragmento de esta leyenda y luego, ya sin el texto, establecer un diálogo entre todos sobre su contenido. Una vez cumplida esta actividad, la profesora nos pidió que cada uno presentara oralmente una síntesis de alguna leyenda y que, a través de un nuevo diálogo, volviéramos a intercambiar ideas sobre cada una de las leyendas expuestas. Finalmente, como actividad escrita, dispuso que cada participante resumiera en una cuartilla la leyenda que presentó. Yo escribí sobre La Llorona.

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La Llorona- Los Mayas de Luis Navarrete (2011)
De esta experiencia, me vino la idea de seleccionar algunas leyendas y reescribirlas en versión bilingüe español-francés valiéndome del diálogo como forma de expresión. No sé hasta dónde llegará este proyecto del cual ya están concluidas las versiones dialogadas y bilingües de diez leyendas. Tampoco sé si el proyecto culmine con la edición ya propuesta de un libro. En todo caso, en este blog iremos presentando nuestras versiones a través de las visiones y creencias de diferentes interlocutores. Por diferentes razones, a pesar de que todas están escritas también en francés, en el blog sólo esta primera presentación, La Llorona, que fue el ejercicio escolar primigenio, irá en versión bilingüe. Con respecto a esta versión quiero advertir que la primera versión fue hecha de memoria en un salón de clases, de fantasía como dicen los músicos que tocan de oído. Investigaciones posteriores sobre La Llorona me demostraron que es un tema ampliamente estudiado y recreado desde diferentes perspectivas y que, además, tiene diferentes significados y una extensa y diversificada bibliografía. Una de estas vertientes conduce a la filmografía, a la música y a la creación literaria.
Frecuentemente, a la Llorona de la canción que oímos hace poco se le asimila con la dama espectral protagonista de esta leyenda. Sobre este particular hay material para una buena conversación. Para motivarla, dejo estos dos párrafos tomados de una página en Internet con cuyos contenidos estoy de acuerdo:
“La llorona” es un son istmeño que no cuenta con un autor reconocido del que se tenga registro, pero se dice que fue creada en la década de 1850, y popularizada durante la Revolución Mexicana, al igual que otras canciones como “La Adelita”, o “La Cucaracha”. Con el paso de los años, la letra de la canción ha sido modificada y hasta la fecha se tiene un recuento de cerca de 500 versiones, entre ellas, las interpretaciones de Susan Harp, quien ha grabado “La Llorona” en cinco ocasiones sin repetir los versos.
A pesar de sus diferentes versiones y su letra enormemente modificada, cada cantante ha podido plasmar su sello dentro de la pieza que aunque es muy asociada con la popular leyenda mexicana de fantasmas, no tiene una relación directa con esta. ‘La Llorona’ pasó a la historia como una pieza de acervo cultural que ha dejado un legado enorme en el folclor mexicano y su nota melancólica nos ha hecho escucharla una y otra vez sin dejar de prestar atención a la historia que nos cuenta. (https://culturacolectiva.com/musica/historia-y-letra-de-la-cancion-la-llorona-de-chavela-vargas)
Igualmente, desde otra página transcribo esta información que sintetiza “la verdadera historia detrás de la leyenda de La Llorona”. Pertenece a un trabajo firmado por Juliana Fregoso y se refiere al origen de la Llorona en México:
La historia original de este personaje conecta con el mundo prehispánico, y se ubica aproximadamente una década antes de la llegada de los conquistadores españoles, en 1521. En sus escritos, Fray Diego Durán, uno de los evangelizadores españoles, daba cuenta de que el emperador azteca Moctezuma II estaba preocupado por sueños que advertían el fin de su reinado. A sus oídos llegaron historias de paseantes nocturnos que contaban haber visto a una mujer que lloraba y gemía, por lo que les encomendó preguntarles el porqué de su dolor y que era lo que quería expresar. Esta mujer salía del Lago de Texcoco sobre el cual se encontraba la legendaria Tenochtitlán. La historia también se transmitió a Fray Bernardino de Sahagún (misionero franciscano cuyas obras han ayudado a la reconstrucción de los hechos del México antiguo), a quien los indígenas le aseguraron que por las noches esta mujer gritaba «¡Hijitos míos, pues ya tenemos que irnos lejos! Y otras veces ¡Hijitos míos ¿a dónde os llevaré?», en referencia a su intento de salvar a los nativos de la masacre que estaba por venir con la llegada de los conquistadores españoles. (Cf. https://www.infobae.com/america/mexico/2018/10/27/la-verdadera-historia-detras-de-la-leyenda-de-la-llorona/)
Ante estas informaciones, ideales para motivar un recuento histórico y para la confrontación, la leyenda de la Llorona merece de parte nuestra una consideración más amplia y prolijamente documentada. Por tal razón, en el futuro, tendremos una versión acorde con la magnitud del personaje y de su presencia fantasmagórica en muchos pueblos. De hecho, es una leyenda panamericana.
En esta y en las otras leyendas sobre las que dialogaremos, el lector dispondrá de algún recurso audiovisual que ilustrará y amenizará la recreación hecha por cada participante en el diálogo. Del mismo modo, tendrá los links que le permitirán confrontar las diferentes citas, referencias bibliográficas u otros materiales utilizados.
Finalmente, quiero expresar mi más profundo agradecimiento a la profesora Jade Larocque, por su amistad y por el exhaustivo y excelente trabajo de revisión y corrección que hizo de las versiones en francés.
Gracias, Jade,  por revelarnos ¿Por qué los arces se ponen rojos en el otoño y por qué los ciervos pierden sus astas?